sábado, 1 de mayo de 2010

Tecnología y Poesía

La poesía explora y amplia su dimensión semántica; como ocurrió en las primeras décadas del siglo XX al absorber éstas diferentes estrategias aportadas por los movimientos europeos de vanguardia (futurismo, dadaísmo, surrealismo, etc.), como ha seguido aconteciendo en la controvertida experiencia que representa el desmantelamiento ontológico postmoderno. No es sorprendente, por lo tanto, que ante la bonanza tecnológica actual el poema intente re-inventarse como “objeto”, en la que se aprovecha la aplicación de los más recientes recursos. Es necesario recordar la amplísima experimentación que los nuevos soportes están favoreciendo. Los ciberpoemas, infopoemas, anipoemas, e-poemas, etc, son muchas veces creaciones hechas desde y para el entorno digital.

Si para Aristóteles “el poeta es un imitador” y para Pessoa “el poeta es un fingidor”, en la literatura electrónica el poeta es un programador. Como escribe Joan-Elies Adell:

“la poesía electrónica no es únicamente una poética de la pantalla (esto es, de lo que va a ser leído), sino también, y especialmente, una poética de la programación: de los códigos, de los algoritmos y de los cálculos que constituyen su fundamento: la tarea del escritor la encontramos no únicamente en el texto a leer, sino en la programación. Es, pues, el poeta electrónico un creador de potencialidades, no de concreciones”.

Por mencionar algún ejemplo de poetas programadores, el Electronic Poetry Center, de SUNY, Universidad de Búfalo, se centra en la poesía experimental que aprovecha los recursos tecnológicos (el hipertexto, la animación con Flash, la integración de imagen y sonido...), aparte de la ejecución/perfomance. Muestra también los resultados del último Festival Internacional de Poesía Digital (París, 2007) donde diferentes ejecutantes presentaron “poesía numérica”, “poesía digital”, “poesía animada interactiva”, “holopoemas”, “videopoemas”, e incluso “poesía degenerativa”; en este último caso, se trata de textos con la virtud de autodestruirse al ser vistos por un viajero-lector en la red. Una explosiva celebración tecnológica, que necesariamente nos invita a reflexionar -una vez más- sobre el poema y ahora en relación con los nuevos medios.

La experimentación con nuevos soportes, llevó hace años a la difusión de poesía por SMS, mensajes de teléfono móvil. El primer concurso con repercusión mundial de poesía en SMS parece ser el organizado en 2001 por el periódico británico The Guardian, en la que resulto ganador Hetty Hughes.

Writer´s café es un muy interesante ejemplo creado desde Edimburgo como herramienta para la creación electrónica. El software ayuda a crear una narración facilitando los útiles que puede necesitar el escritor: recopila y muestra notas, enlaces, citas, ideas, imágenes, tramas, estructura, personajes, entre otros. Incluye un módulo llamado Word tiles (Drag and drop poetry) que permite la creación de un poema en pantalla (mediante el sencillo “arrastrar y soltar” del ratón) partiendo de una base de palabras personalizable.

Una muestra destacada de poesía digital la podemos encontrar en Hermeneia, imprescindible revista digital dirigida desde la U.O.C. (Barcelona) por Laura Borràs. Su función es recopilar y difundir estudios y creaciones digitales. Desde ella se difunde el Premio de "Poesía Digital" Ciutat de Vinaròs, que en su primera edición (2005) fue otorgado al australiano Jason Nelson por sus "Five Poems", que combinan música, color, simultaneidad textual e interactividad.

Jason Nelson

Otra muestra interesante es la que nos ofrece la licenciada en Arte Digital, Ainize Txopitea, con su página de Ciberpoetry. Dedicada a "todo el que crea que la poesía es suficiente", la sección "Experimental poetry" reúne un imaginativo repertorio de recursos digitales al servicio de la expresión poética.

Ainize Txopitea - Poesía sin sentido, 2007

Pero hay muestras de poesía electrónica que más que el esfuerzo activo del lector, explora la robotización de la creación. El escritor Jean-Pierre Balpe refiere: “Cada texto informático puede ser, a la vez o separadamente, móvil, engendrable, inmediato e interactivo. Rasgos específicos que distinguen radicalmente la literatura producida por ordenador de la que se designa habitualmente con el nombre de literatura, pese a su base común en la producción de textos”.

El navegador poético de Badosa.com es, seguramente, el pionero de estos intentos en castellano. Es "una máquina poética [...] que establece extrañas asociaciones". Desde 1998 genera automáticamente enunciados partiendo de la técnica vanguardista del "cadáver exquisito". Ella nos asiste en la tarea de que penetremos en el texto, dejando que éste fluya. De este modo, el Navegador poético nos bombardea de sentidos, de sugerencias. Pinchando sobre las palabras, el lector puede acceder al texto original completo.


También hay experimentos como “bacterias argentinas” de Santiago Ortiz, una versión tridimensional, dinámica y hablada de la red gramatical, que desconcierta a más de uno, pero siempre la vanguardia ha abierto caminos con dificultad.



El desarrollo de robots que recitan poemas en la red en castellano cuenta con experiencias como la de Gustavo Romano y su proyecto IP Poetry donde "los autómatas, denominados IP Bots, son dispositivos o máquinas poetas, compuestos principalmente por una computadora conectada a Internet, un monitor y un megáfono. En tiempo real y mediante un proceso de búsqueda de determinadas frases o palabras claves en páginas de Internet, los autómatas convierten esos textos en sonidos e imágenes pregrabados de una boca humana recitando".


Fuera de la pantalla, encontramos al curioso poeta PaCo ("Poeta Automático Callejero Online") de Carlos Corpa y Ana María García Serrano, galardonado con el tercer premio del Concurso Internacional Arte y Vida Artificial Vida 7.0 celebrado en 2004. “Paco, es un personaje que se mueve en silla de ruedas, se acerca a una persona y, a la vez que muestra un mensaje en el monitor de su cabeza, levanta el brazo derecho cuya mano está formada por un cajón monedero […], una de esas ranuras que tienen todas las máquinas tragamonedas, en clara actitud de solicitar limosna. Si la persona introduce una moneda, PaCo genera automáticamente e imprime un poema gracias al software específico que funciona en el ordenador de a bordo, entregando la obra escrita a los pies de la persona. Un sintetizador de voz va declamando la poesía al tiempo que se imprime. El robot y sus acciones están vinculados a un sitio web en el que los usuarios obtienen varias imágenes en tiempo real (tipo videoconferencia) de la visión subjetiva del robot (al menos un primer plano del cliente y una panorámica del entorno) y una ventana con los archivos de la poesía generada por el robot. Asimismo, el usuario dispone de un cuadro de diálogo en el que teclear una o varias palabras clave. El conjunto de todas ellas modifica la "inspiración" o el "humor" del poeta-robot a la hora de escoger entre unas bolsas de palabras u otras y sus interrelaciones para generar la poesía".

Wordtoys es uno de los proyectos de la argentina Belén Gache, autora de muy estimables obras de creación en papel y de ensayos imprescindibles. Del libro perdido al hipertexto (Buenos Aires, Limbo, 2004). Wordtoys es un mágico libro digital con múltiples propuestas. Por ejemplo, un procesador de textos rimbaudiano que produce vocales de colores siguiendo el poema “Voyelles” de Rimbaud. En fin, son “máquinas-poetas” que van recitando versos según pincha el usuario.

La discusión sobre el hombre contemporáneo y las nuevas tecnologías, no es un asunto de esnobismo, es una realidad cotidiana que se expresa en el uso de celulares, computadoras y un número creciente de artefactos digitales que han transformado nuestra vida. Sin embargo, no podemos olvidar que no es lo mismo la tecnología y sus usos en países desarrollados que en el tercer mundo, son planteamientos teóricos que la Dra. Ivani Santana enfatiza de nuestra realidad latinoamericana.

Estas son algunas ideas centrales que plantea la Dra. Ivani Santana:

“El arte siempre tiene implicaciones políticas, ya que su gestión se da al interior de la sociedad.”

“La cultura digital no es un asunto de computadoras, sino de un tipo de pensamiento que contiene otros conceptos y entendimientos del mundo.”

“En la mediación con la tecnología, lo que vale es el arte.”

El arte es un proceso reflexivo sobre el cual hay que estar constantemente teorizando. Todo ello genera obras que están dialogando con su tiempo presente, construyendo esos signos y símbolos que sean significativos e importantes para su sociedad; aunque no obstante, existen evidencias en el día a día de prácticas, de intentos vanos y obsoletos.

Carlos Corpa - Sufrobot



REFERENCIAS:

  • Cardete, Juan Antonio (2007): Magía tecnológica y poesía, en: http://www.lasombradelmembrillo.com/magiapoesia.htm
  • Noriega, Teobaldo A. (2007): Poesía y tecnología: reflexiones sobre el oficio, en: http://etcheverry.info/hoja/actas/notas/article_1029.shtml
  • Lachino, Hayde (2009): La danza de nuestro tiempo, en: http://www.dospesos.org/isadora/

1 comentario:

  1. Esto que has posteado me parece genial, bastante interesante, trataré de investigar más sobre el tema, saludos!

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